Poco a poco se va abriendo paso entre las plantas nativas existentes en el Continente Blanco, y si continúa por esta vía, pasará a transformarse de exótica a invasora, quitándole terreno a las plantas originarias como los clavelitos o el pasto antártico.

Se trata de la Poa annua, especie de planta que crece comúnmente en Chile, y que ha llegado a la Antártica como especie exótica. El informe fue presentado por el Dr. Marco Molina-Montenegro, del Centro de Estudios Avanzados en Zonas Áridas, CEAZA, durante la reciente Reunión Chilena de Investigación Antártica, celebrada en Santiago, informó Prensa Antártica.

“Los primeros factores limitantes para el establecimiento de una planta en la Antártica no son las bajas temperaturas ni la alta radiación, sino la poca disponibilidad hídrica y los bajos niveles de nutrientes. Además es un continente aislado, con una baja probabilidad de llegada de propágulos (modalidad de reproducción asexual en vegetales), pero el aumento de la actividad turística y el aumento en la temperatura y las precipitaciones en la región de la península Antártica, están facilitando el arribo y supervivencia de especies exóticas en el Continente Blanco”, explica Molina-Montenegro.

Los estudios e investigaciones del Dr. Molina-Montenegro, como parte del proyecto “Plasticidad fenotípica en Colobanthus quitensis ante un escenario complejo cambio global”, darían cuenta de al menos cuatro especies ubicadas en las islas Shetland del Sur.

En este caso, la Poa annua, se trata de “una especie cosmopolita, se sospecha que fue ingresada a la Antártica por los polacos hace más de veinte años; tiene la capacidad de resistir distintos climas, de producir semillas viables en las condiciones de la Antártica, semillas que pueden ser dispersadas por el viento y así abarcar un área bastante considerable”, comenta el científico, y afirma que “esta especie puede pasar de exótica a invasora, si se cumple el escenario de calentamiento global”.

Sobre la forma en que la Poa annua llegó hasta el Continente Blanco, Molina-Montenegro comenta que “es muy probable que esta planta haya llegado a través de los buques que pasan antes por Punta Arenas o Ushuaia (Argentina), y eso hace que la competencia con las plantas nativas sea mayor, ya que están preacondicionadas a un ambiente frío”.

Gracias a una simulación computarizada, se comprobó que en condiciones similares, las especies nativas clavelito antártico (Colobanthus quitensis), y el pasto antártico (Deschampsia antárctica), logran detener el crecimiento de la Poa annua; sin embargo, en una situación de mayor disponibilidad hídrica, como el avance del calentamiento global, la Poa logra invadir completamente el territorio antártico.

Si esto es bueno o malo, Molina-Montenegro lo explica así: “Las condiciones actuales si bien permiten que haya un efecto competitivo entre las especies nativas y exóticas, éste no sería tan dramático, pero ante un escenario de cambio climático sí sería negativo, porque estas especies tendría la capacidad de volverse invasoras y llegar incluso a desplazar a las especies nativas”.