El Supremo Tribunal Federal de Brasil investigará al ministro de Deportes, Orlando Silva, responsable de la organización del Mundial de Fútbol de 2014, por un presunto caso de corrupción, anunció el organismo en un comunicado difundido este martes.

El tribunal aceptó el pedido de la fiscalía para indagar las denuncias contra Silva por desvío de dinero público, cuatro días después de que fuera ratificado en el cargo por la presidenta Dilma Rousseff.

Silva fue acusado por Joao Dias, un policía afiliado al Partido Comunista de Brasil (PCdoB), al cual también pertenece el ministro, de desviar hasta 23 millones de dólares de las arcas públicas hacia ONG vinculadas con esa formación política.

Asimismo se responsabiliza a Silva, en un artículo publicado por la revista Veja, de recibir sobornos en el garaje del ministerio.

El policía Dias fue detenido en 2010 por desviar recursos del Ministerio de Deportes y liberado poco después.

El ministro ha defendido su inocencia y ha desafiado al agente a presentar las pruebas de sus acusaciones, al tiempo que pidió a las autoridades que lo investiguen.

“Estoy muy tranquilo, tengo la serenidad de los justos, por eso interpuse” una demanda de calumnia contra los que me acusan, señaló Silva tras el anuncio del tribunal.

Silva, a cargo de los preparativos del Mundial-2014 y de los Juegos Olímpicos de Rio-2016, es el quinto ministro de Rousseff acusado de corrupción.

Los escándalos se cobraron la salida de cuatro ministros en 100 días y motivaron una serie de protestas contra la corrupción y a favor de una “limpieza” de la administración pública.

Sin embargo, Rousseff es percibida como una líder que busca hacer frente a la corrupción y su popularidad alcanza el 71%.