De todo puede ocurrir cuando estás seis días corriendo en el desierto africano y especialmente cuando lo haces en un vehículo de una categoría nueva, como fue el caso del Team Nextel by Can Am que compitió en el Rally de Marruecos con un Buggie Commander 1000x piloteado por Francisco López Balart que, pese todos los pronósticos, terminó la carrera adjudicándose la serie.

Ya en Chile, Francisco López, que este fin de semana competirá en la fecha de Copiapó del Campeonato Nacional de Rally Cross Country, contó de su puño y letra una serie de situaciones anecdóticas y sabrosas que vivió en su aventura africana junto al navegante Claudio Troncoso y que te contamos a continuación.

¿Chaleco López en Buggie?
“Cuando estábamos en las verificaciones técnicas un comisario me confundió con Chaleco López. Era francés, se acercó y me pregunto: ¿Francisco López de Chile? Sí, le digo yo. ¿Por qué te cambiaste al Team Nextel. Pensé que correría en Aprilia o sólo vienes a divertirte a este rally? Me largué a reír y le dije que no era Chaleco, que sólo era alcance de nombre y que Chaleco corría en moto de 2 ruedas y yo en ATV el año pasado y este año en UTV. No entendió nada; sólo se rió”.

La bandera de Garafulic
“El día que Boris Garafulic se volcó, íbamos con Claudio andando a un muy buen ritmo. De repente escucho que me dice ¡para,para!, devuélvete!, ¿qué paso? le digo y me comenta hay una bandera chilena botada en pleno desierto y que no la dejaría ahí. Finalmente vamos, la recoge y resultó ser un pedazo del auto de Boris Garafulic que se había desarmado y que justo tenía la bandera. De ahí en adelante la amarramos atrás del Buggie y fue nuestro amuleto de la suerte hasta el último día. En el campamento le contamos a Boris. Se alegró y nos pidió verla porque era un pedazo importante de su auto y quería ver si estaba rescatable, pero al analizarla nos dijo: ‘muchachos quédensela no se puede recuperar. Tienen la bandera más cara de Chile’ Efectivamente, porque era de fibra de carbono”.

Hay que estar loco para correr en un “carrito de golf”
“Cuando llegamos, todos miraban el Buggie y las apuestas eran que no terminaríamos ni una etapa. Pilotos y organizadores decían que estábamos locos para ir desde América a Africa a correr en un carrito de golf. A medida que pasaban las etapas todos se ilusionaban con nosotros y los últimos días hasta los comisarios y jueces nos tocaban la bocina y nos aplaudían cuando pasábamos un punto de control. Terminamos el rally y absolutamente todos, hasta los pilotos más experimentados, nos felicitaron y nos decían que teníamos unas agallas inmensas por haber terminado el rally más duro de Africa en ese bicho”.

El consejo de De Gavardo
“Con Carlo de Gavardo tenemos una muy buena relación. Eramos parte del mismo equipo de preparación del vehículo (Jaton Racing) y todos los días nos aconsejaba cómo enfrentar la carrera, sus palabras eran claras: ‘no tienen nada que demostrar a nadie, por tanto hagan su carrera; ya con llegar están haciendo historia”.

Los 20 camellos
“Fue increíble ir corriendo por la mitad del desierto y de un momento a otro encontrarnos con 20 camellos caminando por las dunas. Fue tal el espectáculo que con Claudio nos dimos un tiempo observar como pasaban. No habíamos visto ninguno hasta ese momento, y en un instante, aparecieron 20 frente a nosotros”