Sobre el caso Karadima, el arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati, señaló que no le corresponde entrometerse en lo que es un poder del Estado, como es la justicua, que es totalmente autónomo y que procede de acuerdo a lo que es la legislación chilena.

Eso sí, reiteró que la justicia eclesiástica fue eficaz, y a penas tuvo los antecedentes sobre los abusos que se le imputan a Fernando Karadima actuó y lo condenó en un fallo que fue muy claro.