El medio scrum del XV de Francia Dimitri Yachvili se prepara para disputar la “final soñada” contra Nueva Zelanda este domingo en el estadio Eden Park de Auckland en el Mundial-2011, decidido a romper los pronósticos y ayudar a los suyos a levantar el trofeo.

Esa última cita contra los todopoderosos All Blacks, considerados generalmente como el mejor equipo del mundo, “era la final soñada desde hace años”, estima Yachvili, de 31 años y 57 veces internacional.

“Desde nuestra infancia hemos imaginado en infinidad de ocasiones jugar una final del Mundial contra los (All) Blacks. Este domingo va a ser un día excepcional para nosotros. Soñábamos con esto. Estamos disfrutando mucho”, se entusiasma el jugador del Biarritz, recuperado de un golpe en un muslo.

Un Mundial reserva a veces un sueño, pero también sorpresas. En competencia con Morgan Parra al principio del torneo, Yachvili estará asociado al jugador del Clermont por quinta vez.

Yachvili se ha consolidado como una de las estrellas franceses en este Mundial y ha desempeñado un papel extraordinario en los cuartos ante Inglaterra (19-12), lo que le ha valido elogios en un equipo donde no están abundando, por su juego irregular.

“Hemos visto durante la competición que era su auténtico organizador. Sabemos que juega mucho con el pie y que pone a sus compañeros en buena posición en el campo. Es alguien que toma buenas decisiones”, dijo sobre él el medio scrum de Nueva Zelanda Andy Ellis.

Shaun Edwards, el entrenador adjunto encargado de la defensa de Gales, víctima de los franceses (9-8) en semifinales, fue todavía más lejos.

“Si un día decide pasar a ser entrenador, será un gran entrenador. Para mí, es un muchacho que comprende totalmente el juego, es un jugador muy inteligente”, señaló.

Hasta los comentarios positivos individuales, porque Francia ha sido muy criticada en los últimos días y el domingo en el Eden Park los franceses van a jugar “contra los neozelandeses y puede que contra el planeta entero”, avanza Yachvili.

Entre los más hostiles hacia Francia está la prensa neozelandesa, que no da a los Bleus ninguna opción de ganar.

Ante esa sensación de “solos contra todos”, el XV de Francia espera dar la gran sorpresa ante un equipo neozelandés que busca su segundo título mundial, el primero desde 1987.

“En los Mundiales les hemos robado a menudo su lugar. Habrá mucha presión, puede que un poco más sobre sus hombros que sobre los nuestros, ya que parece que nosotros estamos aquí (en la final) un poco por casualidad”, dijo con ironía, que espera que su equipo tenga aún mucho que decir.