Los bebés prematuros y de bajo peso son 5 veces más propensos a desarrollar autismo que los bebés nacidos a término y con peso normal, según un estudio divulgado este lunes en Estados Unidos tras dos décadas de investigación.

Hace tiempo que se sabe que los bebés prematuros corren mayores riesgos de tener problemas de salud y retraso cognitivo, pero el estudio publicado en la revista Pediatrics es el primero en establecer una relación entre el bajo peso al nacer y el autismo.

Los investigadores estudiaron a 862 niños desde su nacimiento hasta la edad adulta. Los participantes del estudio nacieron entre 1984 y 1987 en tres condados de Nueva Jersey (este) con pesos entre 500 gramos y dos kilos.

Con el tiempo, 5% de los bebés con bajo peso al nacer fue diagnosticado con autismo, en comparación con la prevalencia de 1% en la población general.

“A medida que la supervivencia de bebés más pequeños e inmaduros mejora, los que salen adelante representan un desafío cada vez mayor de salud pública”, dijo la principal autora del estudio, Jennifer Pinto Martin, directora del Centro para la Investigación del Autismo y Discapacidades del Desarrollo de la Escuela de Enfermería de la Universidad de Pensilvania (este).

“Los problemas cognitivos en estos niños pueden esconder un autismo de fondo”, agregó, instando a los padres a hacer examinar a su hijo ante la sospecha de un trastorno del espectro autista.

“La intervención temprana mejora los resultados a largo plazo y puede ayudar a estos niños tanto en la escuela como en su casa”, dijo.

El autismo es el término que designa a una serie de condiciones que van desde una escasa interacción social a comportamientos repetitivos y silencios arraigados. Este trastorno afecta principalmente a los varones y sus causas aún son objeto de encendidos debates.