Los recursos del FMI y del Fondo europeo de ayuda serían “inadecuados” si la crisis de la deuda se propagara, lo que justificaría una intervención de los países emergentes, estimó este viernes en París el ministro sudafricano de Finanzas, Pravin Gordhan.

“Los recursos de los que dispone el Fondo Europeo de Estabilización Financiera (FEEF) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) serían inadecuados si el contagio (de la crisis de la zona euro) prosigue”, advirtió Gordhan, que asistió a una conferencia de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

En esta hipótesis, recordó a pocas horas del inicio de la reunión de ministros de Finanzas del G-20 en París, que los Brics (Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica) “han indicado que serían susceptibles de ayudar a las instituciones internacionales si así lo pidieran”.

“Todo dependerá del efecto palanca que los europeos puedan dar al FEEF” para reforzar su dotación, recordó.

Para la cumbre del G-20 en Cannes (sur de Francia) los días 3 y 4 de noviembre, Gordhan espera que den al resto del mundo la “garantía” de que podrán enviar un “mensaje claro” sobre su voluntad de “tratar estos asuntos” para que la economía mundial pueda “estabilizarse y volver al camino de la recuperación”.

“Europa es el epicentro de esta crisis”, insistió, antes de recordar que “la arrastra desde hace un año”.

“Es hora de demostrar el liderazgo y la determinación” necesarios para tranquilizar a “miles de millones de personas en el mundo” sobre el hecho de que la crisis y su contagio no van a afectar más al resto del mundo donde millones de personas perderán sus empleos, subrayó.

En septiembre, los Brics se dijeron “dispuestos a contemplar, si fuera necesario, aportar su apoyo a través del FMI o de otras instituciones financieras internacionales para hacer frente a los actuales desafíos para la estabilidad financiera mundial, en función de las circunstancias inherentes a cada país”.

Pero los representantes de estos grandes países emergentes fueron imprecisos sobre su apoyo.

El FMI estimó la semana pasada que “es más que hora” de que la zona euro encuentre una solución duradera a la crisis de la deuda pública, ante el riesgo de recesión en 2012.