Diez personas murieron el viernes por disparos de las fuerzas de seguridad en manifestaciones en Siria dedicadas a los “hombres libres del ejército”, los soldados que desertan para unirse al movimiento de protesta contra el régimen.

Varias ONG han informado de la deserción de numerosos soldados, opuestos a la represión en Siria, que según la ONU ha dejado ya más de 3.000 muertos desde mediados de marzo.

Siete manifestantes perecieron en la localidad de Dael, en la región de Deraa (sud), otro en Saqba en la región de Damasco, uno más en el barrio Al Qadam de la capital y un décimo en la zona de Alep (norte), indicó por teléfono a la AFP Rami Abdel Rahmane, jefe del Observatorio sirio de Derechos Humanos (OSDH).

Rahmane también informó que se produjeron unos 40 heridos.

Según él, “se celebraban manifestaciones masivas en varias ciudades pese a un importante despliegue de las fuerzas de seguridad”.

Los militantes pro-democracia exhortaron en su página Facebook a manifestarse en honor a los “hombres libres del ejército”, un día después de la muerte de 36 personas, entre ellas 25 militares.

“Los hombres libres del ejército no matan a los hombres libres del pueblo que reivindican la libertad”, se puede leer en la página Facebook “The Syrian Revolution”.

Este llamado se produce mientras se señalan varios vasos de deserción y son cada vez más numerosos los militares que mueren en enfrentamientos en todo el país, donde el ejército y las fuerzas de seguridad se enfrentan a una resistencia armada.

El Observatorio había informado que 36 personas, entre ellas 25 militares, murieron y decenas de otras fueron gravemente heridas el jueves, esencialmente en bombardeos y enfrentamientos entre soldados y hombres armados, “seguramente desertores”, en Banache (provincia de Idleb, noroeste) y en Gara, en la provincia de Deraa.

El OSDH, basado en Reino Unido, se declaró sorprendido del “silencio de las autoridades sirias sobre la muerte de decenas de soldados del ejército regular en los últimos días en las región de Deraa, la provincia de Deir Ezzor (este), la ciudad de Quseir y Jabal Zawiya (región de Idleb) y del hecho de que los cadáveres no hayan sido entregados a sus familia”.

Por su lado, los Comités locales de coordinación (LCC), que coordinan las manifestaciones contra el régimen del presidente Bashar Al Asad, informaron que “más de 4.000 manifestantes desfilaron en Maarret Horma (región de Idleb) con consignas de apoyo a los soldados libres del ejército”.

Según informó este viernes el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, la represión en Siria dejó más de 3.000 muertos, entre ellos al menos 187 niños, desde el pasado 15 de marzo, cuando se inició la revuelta contra el régimen de Asad.

“El número de personas muertas desde el inicio de la violencia en marzo supera ahora los 3.000, entre ellos al menos 187 niños”, indicó el Alto Comisionado en un comunicado.

Rusia y China –miembros permanentes del Consejo de seguridad de la ONU– opusieron el pasado 4 de octubre su veto a un proyecto de resolución de los países occidentales en el que se amenaza al régimen sirio con “medidas concretas” si no cesa la sangrienta represión de las manifestaciones.