Dos “cajas de herramientas” y restos de un taller para producir polvo fino rico en ocre, conservadas en dos caparazones marinos, que datan de hace 100.000 años, fueron descubiertas en una caverna en Sudáfrica, según un trabajo publicado en la revista Science.

Estos vestigios, descubiertos en la caverna de Blombos a 300 km de la Ciudad del Cabo, “muestran una etapa importante en la evolución de los procesos mentales del hombre”, explicó el profesor Christopher Henshilwood de la Universidad de Witwatersrand, en Johannesburgo.

Este descubrimiento revela que “estos hombres ya tenían, hace 100.000 años, conocimientos elementales de química y la capacidad de planificar en el largo plazo”, agregó.

Los “cajas de herramientas”, contemporáneas una a la otra, fueron encontradas donde fueron dejadas originalmente. Estos útiles contenían ocre, huesos, carbono vegetal, una piedra de moler y rocas utilizadas como martillos.

Estos hallazgos prueban que estos hombres tenían “la capacidad conceptual para encontrar, combinar y almacenar sustancias que podían ser utilizadas para mejorar sus ritos sociales”, precisó el investigador.

La mezcla de polvo de ocre, que quizás servía para decorar, pintar o proteger las pieles, era conservada en conchas.

“El ocre podría haber sido utilizado para decoraciones con finalidades simbólicas sobre las pieles y las vestimentas”, durante este periodo de la Edad de Piedra, explicaron los científicos.

La datación de estos vestigios fue determinada por estimulación óptica, un método que permite medir el tiempo pasado desde la última exposición de los minerales a la luz solar.

Los descubrimientos serán expuestos a partir del viernes en el Museo Iziko, situado en la ciudad sudafricana de El Cabo.