Dos estadounidenses ganaron el Nobel de Economía 2011 el lunes por investigaciones de macroeconomía que podrían contribuir a dar respuestas a la crisis actual, anunció el comité del Nobel.

Thomas Sargent y Christopher Sims, ambos de 68 años, desarrollaron métodos que ayudan a responder preguntas “sobre la relación causal entre la política económica y las diferentes variables macroeconómicas, como el PIB, la inflación, el empleo y las inversiones”, dijo el comité del Nobel.

“Su trabajo combinado constituye una base sólida para el análisis macroeconómico moderno. Es difícil imaginar la investigación actual sin esta base”, agregó.

Las economías están constantemente afectadas tanto por los eventos previstos, como la política fiscal a largo plazo y los cambios en las políticas monetarias, como por los acontecimientos imprevistos, como los aumentos repentinos del precio del petróleo o una caída inesperada en el consumo de los hogares.

El trabajo de los galardonados, realizado en los años 1970 y 1980, proporciona metodologías que permiten comprender cómo los cambios en la política sistémica y los “shocks” afectan a la macroeconomía en el corto y largo plazo.

Sargent, un profesor de econonomía y negocios en la Universidad de Nueva York, trabajó en macroeconomía estructural, analizando la relación recíproca entre las expectativas del sector privado con respecto a la política futura y a las decisiones actuales a largo plazo sobre salarios, precios e inversiones.

Sims, un profesor de economía y banca en la Universidad Princeton, centró por su parte su trabajo en “cómo los shocks se extendieron en toda la economía”, trazando un mapa de los efectos de los cambios temporales en la política económica, como una súbita alza de tasas del banco central u otros factores inesperados.

Aunque ambos economistas trabajaron por separado, su trabajo es complementario y “ha sido adoptado por los investigadores y los políticos de todo el mundo”, dijo el jurado del Nobel.

John Hassler, miembro del Comité del Nobel en la Real Academia de las Ciencias de Suecia, que otorga anualmente el premio, dijo que los métodos de Sargent y Sims podrían usarse para entender la actual crisis económica.

“Realmente no tenemos una buena respuesta a lo que sucedió durante la crisis financiera, ni lo que debemos hacer para reducir el riesgo de que algo así vuelva a ocurrir, pero estamos bastante seguros de que los métodos que se han desarrollado (pueden) ayudarnos en la búsqueda de respuestas a cuestiones como esa”, dijo Hassler.

Sims, entrevistado por teléfono desde la conferencia de prensa del Nobel, también dijo que espera que su investigación sea útil para resolver la actual crisis económica.

“Si yo tuviera una respuesta sencilla la hubiera dado al mundo. No hay una forma sencilla de hacerlo, requiere mucho trabajo minucioso estudiar los datos”, dijo.

“Pero creo que los métodos que he utilizado y que Tom (Sargent) ha desarrollado son fundamentales para encontrar una salida a este lío”.

Y destacó: “Estos métodos han sido usados en muchos países, y una de las cosas que les ha dado credibilidad es que tienden a dar resultados consistentes”.

Sims, quien realizó investigaciones con Ben Bernanke, un ex profesor de Princeton y actual presidente de la Reserva federal de Estados Unidos (banco central), también investigó la llamada “falta de atención racional”, o cómo la gente pasa por alto información disponible gratuitamente para ellos, como los índices bursátiles publicados en un periódico.

El de Economía es el único de los premios Nobel no incluido originalmente en el testamento de 1895 del creador del galardón, el industrial sueco Alfred Nobel. Fue creado por el banco central sueco, el Riksbank, en 1968, para conmemorar su tricentenario y se entregó por primera vez en 1969.

Las 10 millones de coronas suecas del galardón provienen del Banco Central, a diferencia de los otros premios, financiados por la Fundación Nobel.

Los otros cinco premios Nobel, de Física, Química, Medicina, Literatura y de la Paz, fueron anunciados la semana pasada.

Todos los galardonados recibirán sus premios en una ceremonia de gala en Oslo y Estocolmo el 10 de diciembre, aniversario de la muerte de Alfred Nobel.