La derrota de Argentina en cuartos de final del Mundial de rugby contra Nueva Zelanda (33-10), este domingo en Auckland, significó el adiós de los últimos supervivientes de la generación dorada de los Pumas, nacida en 1999.

En aquel año, Argentina superó por primera vez en un Mundial la fase de grupos y alcanzó los cuartos de final.

El hooker Mario Lesdesma, que con 38 se retiró del rugby y el pilar Martín Scelzo, que con 35 deja la selección, se despidieron de los Pumas en un marco imcomparable, el estadio Eden Park de Auckland, la “Catedral del rugby”, como la había denominado el propio Ledesma.

Los otros dos componentes de aquella generación nacida en 1999, el pilar Rodrigo Roncero, de 34 años, y el apertura Felipe Contepomi, de 33, seguirán probablemente con los Pumas y es probable que el año que viene vuelvan a Eden Park para disputar el Cuatro Naciones, en el que entrará Argentina a partir de 2012, pero ya no jugarán más Mundiales.

“Me voy tranquilo, me voy contento porque con estos chicos que quedan hay un gran grupo, que puede dar mucho a este seleccionado”, afirmó este domingo Martín Scelzo.

“Al Cuatro Naciones iré de hincha, que se arreglen los chicos. Yo ahora a disfrutar, a mirar y a desearles los mejor. Es un torneo que va a ser muy duro, pero al mismo tiempo importante para que este equipo crezca”, señaló Scelzo.

Mario Ledesma, que deja el rugby y será a partir de ahora entrenador de los forwards del Stade Français parisino, no pudo evitar las lágrimas al dejar la cancha y luego cuando atendió a los periodistas.

“Quedan jugadores como ‘Corcho’ (Juan Martín Fernández Lobbe) que son muy positivos. Con jugadores como él, los valores que recibiste y trataste de transmitir los llevan estos tiupos”. afirmó Ledesma.

“Cuando terminó el partido, me vinieron a la memoria un montón de cosas. La verdad fue un montón de tiempo. Un privilegio enorme, una felicidad enorme jugar tanto tiempo para los Pumas, que para mí significa un montón”, dijo.

“El sueño de chiquito que yo tenía lo pasé hace cuatro o seis años y todas las cosas que viví con los Pumas está más allá de lo que yo esperaba. Jugar a los 38 años estar en un cuarto de final con Nueva Zelanda en mi despedida…”, añadió.

Scelzo afirmó que él tampoco pudo evitar las lágrimas al jugar su último partido con los Pumas.

“Lloré adentro de la cancha también. Son muchos años vividos con esta camiseta. Son muchas alegrías, son muchas tristezas. Nos llevamos muchos amigos y recuerdos inolvidables. Salí satisfecho en este último partido mío, más allá del resultado, por la entrega del equipo. Eso será algo inolvidable”, señaló.

Felipe Contepomi piensa que este torneo fue positivo para los compañeros qie seguirán en los Pumas.

“Fue un torneo positivo para estos jóvenes que van a seguir jugando algunos años más en los Pumas”, dijo Contepomi.

El Mundial de 2011 fue el de un traspaso de poderes de los últimos supervivientes de la generación dorada y la generación Vodacom, la que ganó este año en Sudáfrica el trofeo que lleva ese nombre y de los que nueve estuvieron en Nueva Zelanda.