Los cameruneses votaron este domingo en una elección presidencial a una vuelta criticada por la oposición, en la que el presidente Paul Biya, en el poder desde 1982, se anuncia como el vencedor más que probable.

La jornada se vio ensombrecida por la muerte de dos gendarmes en la península de Bakassi, escenario de numerosos asaltos y secuestros, anunciaron las autoridades.

Según las autoridades, las elecciones se desarrollaron “en orden”, con “ligeras disfunciones”.

La oposición, que acusa al presidente de haber manipulado el proceso electoral en su favor, denunció retrasos en la apertura de algunos colegios y casos de votos múltiples.

Biya, de 78 años, se enfrentaba a 22 candidatos y competía por un sexto mandato consecutivo.

La participación de los siete de veinte millones de cameruneses convocados a las urnas parece haber sido escasa.

“La participación es, francamente, muy débil (…) Sólo podremos hacer estimaciones a partir de los recuentos” de votos, indicó a la AFP Narcisse Arido, un centroafricano miembro de una plataforma que reúne a varias ONG.

Los cameruneses “no están interesados (en la elección) porque tienen la impresión de que los demás candidatos no tienen el peso de Biya”, afirmó bajo anonimato el presidente de un colegio electoral.

La Corte Suprema dispone ahora de 15 días como máximo para publicar los resultados de la elección.