A casi cinco años de su fallecimiento, los hijos del ex dictador chileno Augusto Pinochet se niegan a abrir el testamento de su padre para evitarse problemas debido a que su contenido está embargado y puede dejar al descubierto sus favoritismos, señaló su hija mayor, Lucía Pinochet.

“El testamento no se ha abierto porque los hijos no estamos interesados en abrir algo que está embargado. Hasta nos puede traer problemas, como decir que uno recibe más que el otro, que es lo más probable”, señaló Lucía, en declaraciones al vespertino La Segunda.

“Si está embargado, a lo mejor no vamos a recibir nada y vamos a tener problemas”, agregó Lucía.

El documento permanece en resguardo en una notaría de Santiago. Sobre su contenido pesa un embargo dictado por la justicia que desde 2004 investiga el origen de la fortuna del ex dictador, valorada en unos 20 millones de dólares, en su mayoría hallados ocultos en un centenar de cuentas bancarias en el exterior.

“Yo sé que hay diferencias porque mi papá toda la vida tuvo súper regalona (mimada) a la Jacqueline. Creo que eso se va a ver reflejado en el testamento”, afirmó Lucía sobre la hija menor del ex dictador (1973-1990).

“A veces una patea las cosas para adelante para vivir en paz. Mi mamá (la viuda del ex dictador Lucía Hiriart) tiene 87 años. Nuestra mayor preocupación es que esté bien; está muy bien y queremos que siga así, que no tenga malos ratos. Entonces a veces uno se tapa los ojos por posibles diferencias”, explica.

Su madre, cuenta la hija mayor de Pinochet, vive del arriendo de algunos bienes y una pensión, mientras que sus hermanos están en disímiles situaciones. En tanto, el vespertino La Segunda señala que el Consejo de Defensa del Estado (CDE) busca la forma de acceder a parte del testamento, con el fin de asegurar el pago de eventuales indemnizaciones por el proceso judicial aún en curso.

Pinochet murió el 10 de diciembre de 2006, a los 91 años, tras sufrir un ataque al corazón, perseguido por la justicia que sin embargo no logró condenarlo por los más de 3.000 muertos que dejó su dictadura.