El artista y disidente chino Ai Weiwei tiene prohibido salir de Pekín “sin permiso”, anunciaron las autoridades este jueves, al día siguiente de su liberación después de casi tres meses de detención.

El artista de vanguardia fue liberado bajo fianza el miércoles. Las autoridades tomaron la decisión gracias a la “buena actitud” de Ai Weiwei, que “confesó crímenes” de evasión fiscal, se dijo dispuesto a pagar al fisco el dinero debido y además sufre diabetes, según un portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores.

La fianza tiene una duración de un año y “durante ese periodo Ai Weiwei sigue siendo objeto de una investigación. No tiene derecho a salir de su zona de residencia, es decir la ciudad o el distrito, sin permiso”, dijo el portavoz del ministerio, Hong Lei, en rueda de prensa, refiriéndose a Pekín.

“Debe responder sin tardar a las convocatorias del tribunal … sin destruir pruebas”, señaló Hong.

Ai Weiwei, arquitecto, pintor, escultor y fotógrafo de 54 años conocido internacionalmente, dijo este jueves que estaba “muy feliz de estar libre y de regresar con la familia”, en una entrevista telefónica con la AFP.

El jueves por la mañana salió unas horas con familiares suyos, constató la AFP. Declaró a la prensa que estaba cansado y que no podía decir nada sobre su situación.

Ai Weiwei fue detenido el 3 de abril cuando trataba de tomar un avión para Hong Kong. Desde entonces se encontraba en un lugar secreto.

El artista, que participó en la concepción del célebre “Nido de Pájaro”, el estadio de los Juegos Olímpicos de Pekín 2008, criticó en numerosas ocasiones el poder y la corrupción, tachando de “gángsteres” a los dirigentes chinos.

Ai Weiwei se había hecho por ejemplo el portavoz de los padres que perdieron a sus niños en el sismo de Sichuan en 2008, porque las escuelas habían sido construidas de forma irregular.

Su detención provocó una fuerte indignación en el extranjero.

En París, Reporteros Sin Fronteras consideró que “su liberación no significa el final de sus problemas”, y teme que “las autoridades desplieguen todo un arsenal jurídico para condenarlo por crimen económico”.

Una compañía controlada por Ai Weiwei, la “Beijing Fake Cultural Development Ltd”, fue acusada de “evasión fiscal masiva y destrucción intencional de documentos contables”, según la agencia oficial China Nueva.

Según el abogado del artista Liu Xiaoyuan, el cargo de destrucción de documentos contables podría costarle una pena de cárcel.

Una fuente informada indicó por su lado que la “liberación bajo fianza” de Ai permitirá durante un año que continúe la investigación de la Seguridad Pública, y luego la fiscalía decidirá si retoma el caso o no.

Por eso, la liberación anunciada el miércoles podría “ser una cortina de humo”, según esa fuente. Ai Weiwei ve su régimen mejorado, porque “puede volver a casa y estar con la familia”, pero sus movimientos y su libertad de expresión se ven severamente reducidos, observa la fuente.

La asociación Human Rights Watch expresó su “preocupación” por “las condiciones en que la policía pudo extraerle las confesiones, y las posibles limitaciones a su libertad”.

Para Phelim Kline, investigador especializado en Asia en Human Rights Watch, el gobierno está aplicando una nueva estrategia para reducir al silencio a los opositores, probablemente con amenazas directas o a través de sus familiares.

“Sólo podemos especular con los tipos de amenazas o intimidaciones empleados para que de pronto se callen personalidades tan fuertes y decididas”, declaró Kline a la AFP.