Unas tres mil personas marcharon el sábado en el centro de la ciudad canadiense de Montreal contra la exploración de yacimientos de gas esquisto, bajo la consigna “No dejaremos perforar”.

“No a las energías temibles, sí a las energías renovables”, dijo uno de los principales animadores de la marcha, André Belisle, presidente de la Asociación quebequense de lucha contra la contaminación atmosférica.

Los manifestantes se refirieron a dos reivindicaciones: una “verdadera” moratoria sobre la exploración de las vastas reservas descubiertas hace cuatro años en el valle del Saint-Laurent, y la introducción, en el seno de la comisión encargada de estudiar el asunto, de representantes de la sociedad civil y ecologistas.

Los defensores del medioambiente cuestionan asimismo el método de fracturación hidráulica que podría, según ellos, contaminar las napas freáticas.

En marzo pasado, el gobierno de Quebec, confrontado a numerosas protestas, había prácticamente suspendido la exploración y lanzado un vasto estudio para determinar su impacto en el medioambiente, bautizado “evaluación medioambiental estratégica”.

Pero, según dijo ante los manifestantes la portavoz de un colectivo científico sobre el gas de esquisto que cuenta con 151 miembros, Lucie Sauvé, “ocho de los once miembros de la comisión a cargo de este estudio están vinculados a los promotores de la exploración, la industria o el gobierno”.