Hablar de técnicos en la NBA significa de manera obligada mencionar y resaltar a Phil Jackson, el entrenador más ganador de todos los tiempos en la liga de básquetbol más mediática del orbe, y lugar donde la mayoría de los jugadores aspira a llegar.

Phil Douglas Jackson, originario de Deer Lodge, Montana, Estados Unidos, y quien tiene actualmente 65 años, creció en una familia muy apegada a la iglesia, lugar donde aprendió a ser estricto, y a esforzarse y luchar por lo que desea.

Merced a ello, consiguió lo que ningún otro entrenador en la historia de la NBA ha conseguido, ganar 11 anillos de campeón, seis con Chicago Bulls y cinco con Los Ángeles Lakers, a los que suma los dos obtenidos como jugador en los New York Knicks, convirtiéndole en “el señor de los anillos” de la NBA.

Phil, de dos metros de altura y un peso que bordea los 100 kilos entró a la liga en 1967, siendo elegido en la primera ronda del draft en el lugar 17 por los New York Knicks. Si bien no brilló como un gran jugador, lo largos de sus brazos y la inteligencia aplicada al juego le sirvieron para comenzar a hacerse un nombre, y contrarrestar sus falencias en el tiro principalmente.

En 1973 consigue su segundo título como jugador, siendo más partícipe que en el primero en 1970, donde una lesión le mantuvo fuera de las canchas.
Con los New York Knicks destacó como un gran suplente, considerado entre los mejores “sextos hombres” de la liga, como se le menciona al jugador reserva que siempre es considerado el primer cambio en el quinteto.

Su carrera como jugador acabó en 1980, en los New Jersey Nets, para posteriormente iniciar un largo camino para convertirse en entrenador de la NBA.
Esforzado, Jackson comenzó a entrenar a equipos de ligas menores en Estados Unidos y también se desempeño como técnico en equipos de la Liga Superior de Baloncesto de Puerto Rico, donde comenzaría a mostrar que estaba hecho para dirigir.

En 1987 regresa a la NBA y luego de varios intentos consigue trabajo en los Bulls de Chicago como asistente técnico de Doug Collins. Dos años se mantuvo ahí hasta que fue nombrado entrenador principal, y la leyenda comenzaría a escribirse.

En la ciudad de los vientos Jackson alcanzó seis títulos, de la mano de Michael Jordan y Scottie Pippen, entre otros nombres, donde pasaron el polémico Dennis Rodman, Tony Kukoc, Ron Harper, John Paxson, Luc Longley, sólo por nombrar a algunos.

En los nueve años que dirigió en Chicago alcanzó la gloria en seis ocasiones, que dicho sea de paso han sido los únicos títulos que suma la franquicia: 1991, 1992, 1993, para posteriormente sumar otro “tricampeonato” a sus palmares: 1996, 1997 y 1998.

En 1996 fue elegido como el técnico del año en la NBA, merced a su impresionante registro con el equipo, récord que hasta ahora ninguna otra franquicia a logrado en temporada regular: 72 victorias y 10 derrotas.

Luego de su retiro, vuelve a Los Ángeles Lakers, equipo que contaba con una dupla letal formada por Kobe Bryant y Shaquille O’neal, quienes sumados a nombres como Rick Fox, Glen Rice y Derek Fisher entre otros, ganaron el título de la NBA en tres ocasiones: 2000, 2001 y 2002.

En los Lakers estuvo hasta 2004, para luego tomar su segundo retiro. Sin embargo éste no duraría mucho, ya que en la temporada 2006 regresa a la tienda de Los Ángeles, esta vez, con Bryant como su gran pilar.

Luego de “ensamblar” un gran plantel, Phil Jackson vuelve a las primeras planas de la NBA. En 2008 llega a la final de liga, pero se topa con unos inspirados Boston Celtics, quienes despiden a los Lakers con un 4-2 en las finales.

Al año siguiente nuevamente disputan la final, ante el Orlando Magic, venciendo cómodamente y sumando su décimo título. Cifra que le hizo superar al otro multi ganador como entrenador de la liga, el gran Red Auerbach, quien posee 9.

En 2010 la historia se repite, y esta vez vengando la derrota ante Boston, para sumar su decimo primer título como entrenador y estableciéndose como una leyenda viviente en el mundo de la NBA.

En 2011 los Lakers de Phil Jackson nuevamente asomaban como un hueso duro de roer, para quien quisiera quitarle el trofeo de campeón de la NBA. Con una temporada con altos y bajos, que además era la indicada como la última en la carrera del técnico, sea cual sea el resultado, avanzaron a playoffs en la segunda plaza en el Oeste y enfrentaron a New Orleans en primera ronda, a quienes eliminaron 4-2. Todo tranquilo hasta ese entonces, y muchos apostaban por que Los Ángeles llegarían por cuarto año consecutivo a las finales de liga.

Sin embargo, en semifinales del Oeste vendría lo más inesperado, y lo que significaría un triste adiós para Phil Jackson. Los Dallas Mavericks acabaron, rápidamente con el sueño del anillo número 12, eliminándolos con un claro, contundente y sorpresivo 4-0, marcando la despedida del “Maestro Zen”.

Inclusive, en el cuarto y último juego de la serie ante Dallas, se pudo apreciar como la constante disciplina de los jugadores desapareció y Odom y Gasol se retiraron de la duela con sendas faldas extra deportivas.

Al final del cuarto encuentro todos los jugadores de los Mavericks, incluido su dueño Mark Cuban, hicieron fila esperando poder despedirse de Jackson, un claro reconocimiento de respeto y admiración sobre aquel que destacó sobre el resto.

¿Opciones de regresar?, por el momento fue el mismo Jackson quien las descartó en la conferencia de prensa posterior al partido, aunque como amante del básquetbol agregó que en seis meses más no sabe como analizará la situación.

Un triste e inesperado adiós, pero que sin embargo no empaña una carrera llena de logros y éxitos, del entrenador más ganador en la historia de la NBA. 11 títulos como entrenador, 2 como jugador y ser electo como el mejor técnico en la temporada 1996 hacen de Phil Jackson una leyenda del baloncesto, marcando generaciones y dejando su nombre grabado a fuego en la historia del básquetbol.

Hoy sólo queda recordar y disfrutar del juego plasmado en una cancha por los equipos dirigidos por Jackson.

Phil Jackson Dirigiendo | Wikimedia Commons

Phil Jackson Dirigiendo | Wikimedia Commons