La Iglesia católica de la región de Nápoles decidió rechazar los sacramentos a los mafiosos que no se arrepientan, prohibiéndoles tener funerales religiosos o ser padrinos en bautizos, declaró el sábado el cardenal Crescenzio Sepe.

Nápoles (sur) es una región del sur de Italia donde prospera la “camorra”, una de las cuatro mafias de la península.

“Si los mafiosos se arrepienten, sería diferente, pero como no es el caso no pueden ser padrinos ni testigos de una boda ni tener funerales en la iglesia”, puntualizó el cardenal ante los periodistas.

El cardenal comentaba nuevas instrucciones publicadas un día antes por su diócesis para los sacerdotes napolitanos.

“Los mafiosos deben saber que después de su muerte no podrán ir a una iglesia sino directamente al cementerio”, subrayó. Y se congratuló de que la Iglesia “asestó golpes a la camorra”.

Interrogado por la prensa, el ex capo de la camorra, Mario Savio, 57 años, en la cárcel desde hace 35 años tras ser condenado a prisión perpetua y quien está ahora está libre en espera de una operación quirúrgica, denunció “un discurso demagógico”.