Aún no hay luz verde para la demolición del emblemático edificio Alto Río, pues esta fue adjudicada a dos empresas distintas por error de procedimiento. El trámite lo visó la Contraloría, y actualmente el cómo proceder será tarea del Consejo de Defensa del Estado.

Atado de manos se encuentra el Gobierno Regional del Bío-Bío, según el Intendente Víctor Lobos, porque las demoliciones, en particular la del edificio Alto Río, no pueden hacerse afectivas aún debido a que restan procedimientos legales.

El análisis del caso en términos jurídicos los ve hoy el Consejo de Defensa del Estado, según confirmó la máxima autoridad regional.

A casi 15 meses del terremoto el edificio símbolo de la tragedia, que vio morir a 8 personas luego de su caída, aún figura como la postal de la región del Bío-Bío, dejando de manifiesto la burocracia y la falta de legislación.

Con esto se encontró al asumir Víctor Lobos, que pretende iniciar una peregrinación a Santiago donde se toman las decisiones efectivas.

A este edificio se suman otros seis que debieran iniciar las demoliciones, tres de ellos que ya fueron estabilizados. Para eso, falta la orden desde la capital, y la fijación de un plazo para volver a esperar.