Como un hecho paradojal, los habitantes de Alto Bío-Bío y de Antuco, que cuentan con dos de los mayores complejos hidroeléctricos del país, tienen cuentas de consumo eléctrico que son, en promedio, un 25% más caras que en el resto Chile.

Por ejemplo, en Los Ángeles el costo del kilowatt por hora fluctúa entre los 110 y los 115 pesos, pero en las comunas cordilleranas, el valor se dispara a los 145 y 153 pesos, según sea la empresa distribuidora.

El argumento es que los costos por la dispersión geográfica y la mantención del tendido son más altos que en las ciudades, pese a que en Antuco y Alto Bío-Bío –literalmente- están al lado de los centros de producción.

La situación es más dramática en Alto Bío-Bío, que tiene Pangue y Ralco con una capacidad instalada que supera los mil megawatts, pero que es la más pobre del país, según datos de Mideplan.

El administrador municipal de esa comuna, Daniel Salamanca, ratificó que las familias tienen serios problemas para pagar las cuentas debido a su elevado costo.

Asimismo, Salamanca hizo ver que son muchos los casos de familias que piden ayuda social para enfrentar el problema, por lo que se están buscando soluciones.

Como decíamos, el problema de Alto Bío-Bío también se replica en Antuco, donde Endesa tiene un enorme complejo hidroeléctrico con las centrales Antuco, Abanico y El Toro.

En esa comuna, las cuentas de consumo son igualmente más altas que en el resto del país, pese a estar al lado de las plantas productores de energía.