Tres semanas duro la Luna de Miel entre el Intendente del Bío-Bío, Víctor Lobos y los Alcaldes de la región. Quien abrió el flanco de las críticas fue el Edil de Tomé, Eduardo Aguilera, quien mostró su molestia contra la máxima autoridad regional por la reunión que sostuvo con dirigentes de Dichato y el diputado UDI Sergio Bobadilla y de la cual se enteró solo por la prensa.

Aguilera explicó que el mismo día que asumió su cargo el nuevo jefe del Gobierno Regional, pidió mediante oficio ser recibido por Lobos para levantar el proceso de reconstrucción en su comuna, sin respuesta hasta ahora.

Para Aguilera replicar las técnicas de la ex intendenta Van Rysselberghe no le hace bien a la región.

El Alcalde agregó que incluso los dirigentes de las aldeas se manifestaron molestos por esta situación, ya que se estaría haciendo un uso político de los problemas que los afectan.

El edil manifestó entender que la agenda del Intendente está copada, pero resulta fundamental que se reúna con él y el Concejo Municipal para enfrentar el esquivo proceso de reconstrucción en su comuna.