El gobierno argentino pedirá “severas penas” para los militares que actuaron en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), entre ellos el ex marino Alfredo Astiz, en el alegato que pronuncia el jueves la secretaría de Derechos Humanos, dijo a la AFP una fuente judicial.

“El Gobierno pedirá severas penas”, anticipó la fuente en carácter de anonimato, poco antes de iniciarse la primera jornada de alegatos en el juicio en el que se ventilan los crímenes cometidos en el mayor campo de exterminio de la dictadura argentina (1976-83).

“¿Qué clase de peligrosos guerreros demoníacos eran las madres que secuestraron en la Iglesia de Santa Cruz y qué peligrosas combatientes eran las dos monjas que le daban sosiego a los familias de las víctimas?”, se interrogó Martín Rico, abogado de la secretaría de Derechos Humanos en su alegato.

Astiz, alias el “Angel rubio de la muerte” participó del secuestro en diciembre de 1977 de un grupo de madres de desaparecidos y de la monja francesa Alice Domon. Otra religiosa de la misma nacionalidad, Leonie Duquet, fue secuestrada en otro operativo de la ESMA.

Los alegatos comenzaron ante la presencia de 13 de los 19 acusados, entre ellos Astiz y Jorge “Tigre” Acosta, un emblemático torturador del campo de concentración.

Por la ESMA, ubicada en la zona norte de la capital argentina, pasaron unos 5.000 detenidos, de los que sobrevivió apenas un centenar.

Unas 30.000 personas desaparecieron en la dictadura, según organismos de derechos humanos.