Luego de que los rumores circulando durante varios días, finalmente se confirmó que Twitter adquirió a TweetDeck, la popular aplicación para -precisamente- publicar en dicha red social.

Aunque todavía no se conocen los detalles de la transacción, trascendió que la compra oscila entre los 40 y 50 millones de dólares, que serán cancelados con dinero y acciones de Twitter, recoge el diario español ABC.

Sin embargo uno de los puntos más polémicos de dicha compra es la posibilidad de que la red de microcomentarios haya adquirido a TweetDeck con la peor de las intenciones: cerrarlo.

Esto, debido a la creciente popularidad de la herramienta, que vulnera algunos de los principios de Twitter al permitir ‘tuiteos’ mayores a 140 caracteres, o compartir su línea de tiempo con publicaciones de Facebook y LinkedIn.

De hecho, el director de plataformas de Twitter Ryan Sarver ya había advertido a los desarrolladores que dejaran de construir aplicaciones cliente (que conectan con y a la vez sustituyen las oficiales de Twitter), puesto que atentaban contra la “experiencia uniforme” que la red social desea brindar a los usuarios.

Más aún, la jugada de Twitter resultó ser absolutamente defensiva, toda vez que en un principio fue UberMedia quien hizo una oferta por TweetDeck cuyas cifras se alzaban entre los 20 a 30 millones de dólares.

Sin embargo luego de que las negociaciones se extendieran por demasiado tiempo, fue la propia Twitter quien decidió hacerse con la aplicación, evitando que la empresa de Bill Gross adquiriera demasiado poder sobre los usuarios de la red social, tras haber comprado previamente a EchoFon, otro popular cliente.