Con motivo de la beatificación del Papa Juan Pablo II, las delegaciones de Chile y Argentina, encabezadas por sus ministros de Relaciones Exteriores, Alfredo Moreno y Héctor Timerman, respectivamente, rindieron un homenaje al religioso.

La ceremonia se desarrolló en recuerdo a la mediación entre ambos países por el Diferendo Austral, que encabezó el entonces Sumo Pontífice y que culminó con el Tratado de Paz y Amistad de 1984.

Durante el acto, el ministro Alfredo Moreno destacó al ahora beato como un “líder mundial que como ningún otro apostó por la paz, sin importar los costos que le significaba tanto a la Iglesia como para él”.

Según el secretario de estado chileno, Juan Pablo II “triunfó donde muchos fracasan”, ya que a su juicio “las obras inspiradas en el amor y la fe tienen buen resultado. Él amó la misión que se impuso y cuando logró irradiarlo en ambos pueblos, logró que se aceptara su Tratado de Paz y Amistad”.

El homenaje se realizó en El Vaticano, en la Casina Pio IV, vinculada estrechamente a la mediación y en la cual existe una placa recordatoria del 25° Aniversario de la firma de dicho tratado.