El Parlamento tibetano en el exilio abrió el lunes una sesión histórica con la lectura de la carta en la que el dalai lama pide ser liberado de sus funciones políticas en el movimiento tibetano.

En la carta, dirigida a los parlamentarios, el dalai lama, de 75 años de edad, advierte que toda postergación de la decisión de la Asamblea respecto a su retiro político podría plantear un “reto aplastante” en el futuro.

El religioso y Premio Nobel de la Paz consideró que el movimiento tibetano está suficientemente maduro para elegir directamente al nuevo jefe del gobierno tibetano en el exilio.

“Si debemos seguir exiliados durante varias décadas, llegará inevitablemente el momento en que yo ya no sea capaz de asumir el gobierno”, dijo en su carta, leída por el presidente del Parlamento.

“Por ende, es necesario establecer un sistema de gobierno mientras yo estoy todavía en buenas condiciones de salud para que la administración tibetana en el exilio sea autónoma y no dependiente del dalai lama”, agregó.

La cuestión será debatida el martes, dado que el dalai lama pide que la Constitución del movimiento tibetano sea enmendada para permitirle dimitir.

El dalai lama anunció la semana pasada su intención de renunciar a la jefatura del gobierno tibetano en el exilio, cargo esencialmente simbólico, para dejar el puesto a un nuevo jefe de gobierno “libremente elegido”, pero seguirá siendo el jefe religioso de los budistas tibetanos.