El piloto español Fernando Alonso (Ferrari) declaró este sábado en Barcelona (noreste de España), donde finalizaron las últimas pruebas libres de la pretemporada, que se plantea como objetivo subir al podio en el Gran Premio de Australia, el 27 de marzo en Melbourne.

“En Australia, el objetivo es hacerlo bien. El podio es un objetivo para alguien que quiera el título. Llegar a Australia y no pensar en el podio sería demasiado pesimista. Vamos a intentar estar en el podio, pero sabemos que puede pasar de todo, porque cuando todos muestren sus cartas nos podemos llevar alguna sorpresa”, destacó el bicampeón mundial de la categoría.

En cuanto a la preparación de su escudería, se mostró muy satisfecho.

“Lo que tenemos claro es que ha sido una pretemporada muy buena para nosotros, somos el equipo que más ha rodado y que menos problemas ha tenido en fiabilidad”, señaló el piloto de Ferrari.

“¿Cuán competitivos somos? Habrá que esperar a Australia, pero creemos que no ha cambiado mucho el panorama respecto al año pasado: McLaren va a estar en la pelea al final, Mercedes parece haber mejorado y Red Bull y Ferrari van a estar arriba. Hay que esperar dos semanas para confirmar esto, pero el trabajo hecho nos deja contentos”, añadió el piloto asturiano.

Asimismo, manifestó que no hay una idea clara respecto al nivel de las otras escuderías, a quince días del comienzo del campeonato 2011.

“No tenemos ninguna idea clara de dónde está cada equipo. La variación de combustible en los últimos años es importante en un test privado, y los neumáticos han añadido una variable que hace casi imposible saber lo que están haciendo los rivales”, explicó.

“Quiero suponer que Red Bull va a ser muy fuerte porque tiene un coche que es una continuación del año pasado y sabíamos que tenía una ventaja importante en el 2010. Por tanto, sabemos que Red Bull va a estar fuerte. No sé nada más. No tengo ningún dato que ofrecer. En Australia saldremos de dudas”, agregó.

Sobre la postergación del inicio del Mundial como consecuencia de la anulación del Gran Premio de Bahréin, el español consideró que no cambió para nada las cosas.

“Para nosotros no ha supuesto ningún cambio o ventaja o desventaja retrasar el inicio del Mundial. El coche estaba en perfectas condiciones para correr en Bahréin, y yo también estaba preparado. A Australia llegamos con 15 días de más con la fiabilidad de algunas piezas nuevas del paquete aerodinámico más probadas, con un poco más de tranquilidad en ese sentido, pero nada más”, aseveró.

Finalmente, despejó cualquier especulación sobre la eventual presión que significa ganar el cameponato de la categoría reina del automovilismo.

“No se puede empezar cada temporada y acabarla exigiendo siempre ganar un Mundial. Esto es la máxima competición del automovilismo. Es verdad que he ganado dos campeonatos, que estoy en Ferrari, y que el objetivo y nuestra gran ambición es luchar por el título y ganarlo. Si se gana, fantástico. Si no se gana, se prueba al año siguiente”, apostilló.