El consejero delegado del Banco Santander, Alfredo Sáenz, ha sido condenado por el Tribunal Supremo español a tres meses de prisión e inhabilitación para ejercer su profesión de banquero por un delito de acusación falsa, informó este jueves el Tribunal.

El Tribunal Supremo ha condenado a Sáenz a “tres meses de arresto mayor, con la accesoria de suspensión de profesiones u oficios relacionados con el desempeño de cargos de dirección, públicos o privados, vinculados con entidades bancarias, crediticias o financieras”.

Junto a él también han sido condenados a la misma pena el ejecutivo de Banesto Miguel Angel Calama y el abogado Rafael Jiménez de Parga por los mismos hechos.

Todos ellos también han sido condenados a una multa de 400 euros, según la sentencia del Supremo del 24 de febrero y hecha pública este jueves.

Sáenz fue acusado de acusación falsa por una demanda presentada en 1994 cuando presidía el banco Banesto, filial del Santander, contra cuatro empresarios deudores del banco.

La sentencia del Tribunal Supremo, que rebaja la pena de seis meses de prisión a que habían sido condenados en primera instancia por la Audiencia de Barcelona en 2009 y añade la de inhabilitación para su profesión, considera que los condenados presentaron la falsa denuncia “como medida de presión para el cobro de las deudas”.

La sentencia cuenta con el voto particular en contra de uno de los magistrados del Tribunal Supremo, que considera que no debería haber condena “por falta de prueba suficiente y debidamente motivada de su responsabilidad penal en los hechos enjuiciados”.

Sáenz “pedirá el indulto y recurrirá en amparo ante el Tribunal Constitucional”, comunicó el Santander, cuyo consejo de administración “ha confirmado en su puesto de consejero delegado” al condenado.

El Santander “le ha ratificado su confianza para que continúe en el desempeño de sus funciones como consejero delegado del Banco”, insistió el primer banco español en un comunicado a las autoridades bancarias españolas.