El Dalai Lama, jefe espiritual de los tibetanos exiliados, anunció este jueves que prevé renunciar a su papel político para dejar su puesto a un nuevo responsable “libremente elegido”.

“Mi deseo de transmitir la autoridad no tiene nada que ver con una voluntad de renunciar a las responsabilidades”, declaró el Dalai Lama durante un discurso en Dharamsala, en el norte de la India donde viven los tibetanos en exilio.

“Es por el bien a largo plazo de los tibetanos. No es porque me sienta desanimado”, añadió.

El jefe de los tibetanos en el exilio, de 75 años, premio Nobel de la Paz, añadió que propondrá una enmienda que le permita renunciar a sus funciones en el transcurso de la próxima sesión del Parlamento tibetano en marzo.

Un portavoz del Dalai Lama anunció en noviembre pasado su intención de dejar su función de jefe del Gobierno tibetano en el exilio para aliviar su carga de trabajo y reducir su papel oficial, sin abandonar por ello su papel espiritual.