La tercera y última jornada de recuperación de enseres protagonizaron los ex residentes del emblemático edificio penquista Alto Río. Sentimientos encontrados cruzaron el operativo que tuvo como propósito reconstruir la historia de los vecinos, que resultó truncada por el terremoto, aquella noche de 27 de febrero.

Con la mirada perdida y sin poder acceder a siquiera mirar su departamento, llegó hasta el edificio Alto Río, Verónica Riquelme, a quien el terremoto y la posterior caída de la estructura quitó la posibilidad de ponerse de pie. Y es que en una silla de ruedas dice tener sólo deseos de superar y olvidar ese crudo momento.

Tal como Verónica, llegó al Alto Río Maribel Alarcón, a buscar cosas importantes. Para ella lo son un álbum de fotos del nacimiento de su hijo, el mismo que cuando aún no cumplía los 2 años, la despertó el 27 de febrero en medio del terremoto. Hoy volvieron juntos a recoger también los juguetes perdidos.

Y es que ésta fue la tercera y última jornada de recuperación de elementos que pudieron ser rescatados, bajo una estricta organización vecinal. La acción fue supervisada por Bomberos y la Oficina Regional de Emergencias, cuyo director Gonzalo Arroyo, manifestó el por qué del operativo. Todo se debe al deterioro progresivo de la estructura.

Carabineros detuvo a un individuo, luego que lo sorprendiera dentro del perímetro sólo con la intención de robar.

Ahora queda para los residentes esperar que el Ministerio de Obras Públicas proceda a retirar los escombros con financiamiento directo desde el Ministerio del Interior; esperar la entrega de subsidios para acceder a una nueva vivienda, y presenciar la formalización de cargos el próximo 25 de marzo contra 8 imputados de la constructora y de la obra en sí, por la muerte de 8 personas tras el desplome del edificio, que los propietarios denominan como una “vergüenza nacional”.