Un medio de comunicación puede ser cerrado de manera temporal si infringe la ley contra el racismo y la discriminación aunque no podrá ser clausurado definitivamente como temían los gremios de la prensa, según un reglamento aprobado este miércoles por el gobierno boliviano.

El reglamento aprobado este miércoles reglamenta una ley anti-racismo promulgada en octubre pasado que provocó una fuerte reacción de agremiaciones de la prensa y líderes de la oposición, que acusaron al gobierno de pretender restringir la libertad de expresión.

El reglamento aprobado este miércoles prevé multas y la pena más grave contra un medio infractor es “la inhabilitación temporal de funcionamiento de 150 días a 360 días calendario” si es que incurre en inconducta por tercera vez.

“Muchos tenían una gran susceptibilidad de que este reglamento iba a cerrar los medios pero queremos pedirles que profundamente lo lean, lo revisen y lo apliquen. Este reglamento tiene sanciones pero no tiene cierres (definitivos) de medios de comunicación”, dijo la ministra de Justicia, Nilda Copa.

Las agremiaciones sindicales y patronales de la prensa no se pronunciaron de inmediato aunque Copa mencionó que “el reglamento ha sido discutido ampliamente con organizaciones, con instituciones y con personas individuales que han aportado”.

Directivos de la prensa boliviana expresaron anteriormente su rechazo a la ley contra el racismo, por considerar que contiene dos artículos que, según organizaciones patronales y sindicales, violan la libertad de expresión.

Desde la promulgación de la ley, los medios iniciaron un proceso de autorregulación y algunos manifestaron su necesidad de autocensurarse para evitar caer en alguna falta que implique multas o cierre de medios.

La norma no contempla sanciones a los medios cuando las opiniones que se difundan hagan “parte de cobertura informativa” o “cuando sean expresiones de terceras personas difundidas en directo” o “cuando corresponda a programas independientes en espacios alquilados” en radio y televisión.