Foto: Dichato al Día

Foto: Dichato al Día

Muchos fueron damnificados y en diferentes condiciones los dichatinos deben luchar a diario por mantener a sus familias, ante la amenaza del término de los empleos de emergencia. El fantasma del desempleo ronda para muchos, mientras que otros se las ingenian para salir adelante.

Prueba de esto, son los algueros, quienes realizan su singular actividad pese a no contar con los implementos de seguridad necesarios para hacerlo. Una de ellas, es Rosa Melgarejo Burgos, quien en compañía de su familia, se interna en el mar para recolectar pelillo.

El trabajo es difícil, ya que deben soportar las bajas temperaturas para llegar a recolectar casi 200 kilos que logran vender a $30 pesos cada uno, es decir, cerca de $6.000.

Antes del tsunami, guardaban sus implementos de trabajo en un local de la playa, que lamentablemente también fue afectado por la catástrofe, por lo que perdieron todas sus herramientas: rastrillos, carretillas y trajes de buzo que les permitían reducir el frío, aumentando el tiempo de permanencia en el agua.

Hoy están a la espera de la respuesta del FOSIS, esperanzados en reponer sus equipos, sobre todo los que ayudan a mantener la temperatura.