¿Homero Simpson es católico?

¿Homero Simpson es católico?

¿Sabías que Homero Simpson es un ejemplo de fe cristiana?, al menos así lo asegura una publicación en el diario oficial de El Vaticano, la cual sostiene que tanto el famoso personaje amarillo, como su primogénito Bart, son católicos.

Según señala el texto recogido por la agencia Reuters España, los padres deberían dejar que sus hijos vean esta serie porque se encuentra “entre los pocos programas de televisión para niños en los que la fe cristiana, la religión y las preguntas sobre Dios son temas frecuentes”.

Además manifiesta que “pocas personas lo saben, y él hace todo por ocultarlo. Pero es verdad: Homero Simpson es católico”.

Este artículo -titulado “Homero y Bart son católicos”-, se basó en un estudio realizado por un sacerdote jesuita que analizó un capítulo de la serie en 2005, denominado “El padre, el hijo y el espíritu santo invitado”.

Fue precisamente esa investigación la que concluyó que Los Simpsons es uno de “los pocos programas de televisión para niños en los que la fe cristiana, la religión y las preguntas sobre Dios son temas frecuentes”.

Acciones como rezar antes de comer y creer en el más allá, serían una manifestación de la creencia religiosa de la familia compuesta por estos personajes estadounidenses, asegura el párroco que realizó este sondeo.

Sin embargo, tras conocerse las declaraciones de El Vaticano, el productor ejecutivo del programa, Al Jean, dijo a Entertaiment Weekly que su primera reacción fue de ‘shock’ y pavor. El profesional añadió que la familia asiste a la Primera Iglesia de Springfield, que es Presbiteriana.

“Hemos demostrado muy claramente que Homero no es católico” manifiesta Al Jean.

Eso sí, el productor ejecutivo demostró no ser muy erudito en cuanto a religiones, pues entre sus declaraciones aseguró que no creía que Homero “pueda estar una hora sin comer carne los viernes”… algo a lo que la gran mayoría de los católicos, ciertamente, tampoco adhieren.

Recordemos que no es primera vez que la serie animada es alabada por El Vaticano, ya que el diciembre de 2009, el Osservatore Romano dijo que la serie es “tierna e irreverente, escandalosa e irónica, bulliciosa y profunda, filosófica y a veces incluso teológica, una síntesis alocada de cultura popular y de la tibia y nihilista clase media estadounidense”.