Los implantes quirúrgicos de córneas biosintéticas permiten restaurar en parte la vista de ciertos pacientes, según un estudio clínico de dos años realizado en Suecia, cuyos resultados fueron publicados esta semana en Estados Unidos.

Foto: que.es

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El estudio realizado sobre diez pacientes revela que el implante de las córneas biosintéticas fabricadas con colágeno humano recombinado con un procedimiento de la firma estadounidense FibroGen, contribuyó a regenerar y reparar los tejidos oculares dañados.

Dos años después de haber sido implantadas, éstas córneas permanecen totalmente funcionales y contribuyen a la regeneración de las células de la córnea así como de los nervios cortados durante la intervención, indica el estudio, que aparece en la revista Science Translational Medicine.

Además, se restauró en los pacientes participantes del estudio el parpadeo y la fina película lacrimal que protege la superficie de la córnea, en tanto la córneas biosintéticas se volvieron sensibles al tacto y comenzaron a producir lágrimas normales. La calidad visual mejoró en seis de los pacientes, mientras que permaneció igual en dos y disminuyó en los dos restantes.

Ninguno sufrió una reacción de rechazo o debió someterse a las terapias inmunosupresoras frecuentes en los pacientes con transplantes de órganos, incluidas las córneas.

Los diez pacientes que participaron en el estudio sufrían una lenta y progresiva deformación cónica del centro de la córnea, y fueron implantados con una córnea biositnética en un solo ojo.

“Este estudio clínico es importante, pues muestra por primera vez que una córnea fabricada artificialmente puede integrarse al ojo humano y estimular la regeneración de los tejidos”, subrayó el doctor May Griffith, del Istituto de Investigación del Hospital de Ottawa, Canadá, principal autor de la investigación.

“Con más investigación, esto podría permitir restaurar la vista a millones de personas que esperan un donante para un transplante de córnea”, agregó.

La córnea humana es una membrana sólida y transparente de 11 milímetros de diámetro, formada básicamente por colágeno, a través de la cual ingresa la luz al interior del ojo. La pérdida de la visión debido a una enfermedad o una herida en la córnea afecta a más de 10 millones de personas en el mundo, y es la causa de ceguera más frecuente.

Actualmente, el tratamiento consiste en implantar una córnea removida de un cadáver, pero la tasa de fracaso es elevada debido al rechazo de los tejidos por parte del organismo receptor.

El implante de cultivos de células madre ha asimismo arrojado resultados prometedores entre personas cuya córnea ha sido dañada por quemaduras, de acuerdo con trabajos publicados en junio por investigadores italianos en el New England Journal of Medicine.