Científicos de la NASA descubrieron el primer sistema planetario confirmado fuera de la Vía Láctea, el que se asemeja bastante al nuestro. Hasta el momento se han encontrado dos planetas orbitando alrededor de una misma estrella similar al Sol que es conocida como Kepler-9. Así lo anuncia el medio español Europapress.

Foto: NASA

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Los planetas, que han sido apodados ‘Kepler-9b’ y ‘Kepler-9c’ presentan diferentes tamaños y órbitas. Así, Kepler-9b es el más grande de los dos y se sitúa más cerca de la estrella con una órbita de unos 19 días, frente a los 38 días de Kepler-9c. Ambos tienen masas similares a Saturno.

Pero eso no es todo. Junto a los dos planetas gigantes confirmados, el equipo de científicos ha identificado lo que parece un tercero, con un tránsito mucho más pequeño, que coincide con el que tendría un planeta con aproximadamente 1,5 veces el radio de la Tierra, con una órbita de 1,6 días.

El hallazgo forma parte de una investigación de siete meses de observación de más de 156 mil estrellas para encontrar planetas del tamaño de la Tierra fuera de la Vía Láctea. Los resultados obtenidos gracias a la sonda Kepler de la NASA han sido publicados en la revista Science.

La cámara de la sonda que ha captado las imágenes es capaz de medir pequeñas disminuciones del brillo de las estrellas que se produce cuando un planeta gira en torno a ella. Así, el tamaño del planeta puede ser averiguado a través de esos descensos de luz temporales.

Además, los investigadores explican que la distancia entre el planeta y su estrella también puede ser calculada midiendo el tiempo entre los sucesivos descensos de luz cuando el planeta orbita. Igualmente, la masa del planeta puede calcularse por las pequeñas variaciones en la regularidad de esos descensos.

“Este descubrimiento es la primera detección clara de cambios significativos en los intervalos de un tránsito planetario al siguiente, lo que denominamos variaciones de tránsito temporales”, explica el científico del Centro Harvard-Smithsonian para Astrofísica en Cambridge, Matthew Holman. “Esto es evidencia de la interacción gravitacional entre los dos planetas”, añade.

Un increíble descubrimiento que nos confirma que conocemos sólo una mínima parte del universo, abriendo una enorme gama de posibilidades y dejando muchas interrogantes.