El gobernador del departamento boliviano de Potosí (sur) Félix González, sometido desde la noche del viernes a una huelga de hambre, amenazó el sábado con renunciar a su cargo por desatención del gobierno de Evo Morales a una serie de demandas de su región.

“Me retiro (en transcurso de los siguientes dos meses) porque la política es sucia, asquerosa, no voy a volver nunca más, voy a poner mi cargo a disposición”, dijo a la AFP la autoridad, ex hombre fuerte de Morales en Potosí y ahora uno de los cabecillas de las demandas contra su gobierno.

Desde su lugar de ayuno, González hizo un llamado al presidente Morales para que resuelva el conflicto que se traduce en bloqueos de rutas, manifestaciones y huelgas desde el pasado 29 de julio.

González ganó las elecciones para gobernador en abril pasado con el apoyo del oficialista Movimiento Al Socialismo (MAS) con una abrumadora votación del 67%.

Potosí demanda al Gobierno que se defina a su favor sobre un desacuerdo limítrofe por la jurisdicción de Coroma, también reclamada por el vecino departamento de Oruro. Además de eso exige la construcción de una fábrica de cemento y otras reivindicaciones.