El tema puesto nuevamente en el tapete por la decisión de Argentina de legalizar el matrimonio entre personas del mismo sexo, ha generado un encendido debate en la sociedad chilena.

El cardenal Francisco Javier Errázuriz calificó como una “aberración” la unión entre personas homosexuales, ya que según él, el matrimonio debe ser entre un hombre y una mujer de manera de conformar una familia.

Agregó que cree que está muy lejos la posibilidad de legislar en Chile sobre el tema, ya que las autoridades del país han demostrado tener mucho sentido común y profundas raíces cristianas.

Las palabras del cardenal generaron molestia en el Movimiento de Liberación Homosexual, Movilh. Su presidente, Rolando Jiménez, dijo a La Radio que monseñor Errázuriz le miente al país ya que el matrimonio es un contrato civil al que debe tener derecho cualquier persona.

En esa línea, Jiménez valoró la legislación recientemente aprobada en Argentina ya que resguarda el bien común y le permite a las personas del mismo sexo acceder al matrimonio, de modo de obtener regulaciones respecto de su patrimonio y previsión entre otras materias.

En medio de este debate, ayer Jaime Zapata y Giorgio Nocetino se transformaron en los primeros homosexuales chilenos en casarse en forma legal con la nueva ley de matrimonios gay en Argentina. Según Zapata, la nueva legislación trasandina revela que hay una apertura mental respecto al tema.

Para este martes se espera la llegada de una pareja homosexual de chilenos a Mendoza, ciudad en la que solicitarán permiso para contraer matrimonio.