Representantes de los gobiernos de 140 naciones definen desde este lunes en Uruguay las prioridades en materia de financiación de proyectos ambientales para el próximo cuatrienio y los montos que se destinarán para apoyar a los países emergentes.

Las deliberaciones tienen lugar en la IV Asamblea General del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF, por su sigla en inglés), que se desarrolla hasta el viernes en el principal balneario uruguayo, Punta del Este (140 km al este de Montevideo).

“El análisis se centra en las vías de instrumentar la ejecución de proyectos en las diversas áreas programáticas, con un cambio de metodología en el sistema de aportes que permite a los países más pobres establecer libremente sus prioridades”, subrayó a la AFP el director de Medio Ambiente de Uruguay, Jorge Rucks.

Creado en 1991, el GEF unifica mecanismos de sostén financiero a proyectos derivados de los convenios y convenciones internacionales sobre cambio climático, biodiversidad, contaminantes orgánicos, desertificación, protección de aguas internacionales y de la capa de ozono.

Rucks indicó que los fondos para el período 2011-2015 “ascienden a 4,250 billones de dólares” y valoró como “muy positiva” la incorporación de China y el retorno de Brasil a la lista de países donantes.

Asimismo, la ministra uruguaya de Medio Ambiente, Graciela Muslera, destacó que desde la creación del GEF su país ha sido receptor de unos 30 millones de dólares de apoyo directo no reembolsable, que determinaron una inversión final de 130 millones a lo largo de las últimas dos décadas.

La reunión del principal organismo global de financiación de proyectos ambientales, dio inicio con la instalación del consejo deliberativo y un foro sobre la función de las organizaciones de la sociedad civil en la protección del medioambiente.

Ministros de Economía y de Medio Ambiente de casi 30 países participan de la asamblea en la que están representadas 140 naciones.