El Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela ratificó la condena de 30 años de cárcel a tres comisarios de la Policía de Caracas, por las muertes ocurridas durante el golpe de Estado de 2002, lo que anula su aspiración a ser candidatos en las elecciones legislativas.

La Sala de Casación Penal del máximo tribunal declaró “sin lugar las solicitudes de nulidad (de condena) interpuestas por los defensores” de los comisarios Iván Simonovis, Lázaro Forero, Henry Vivas y otros siete policías, que también fueron condenados por estos hechos.

“Los comisarios aquí en Venezuela no van a conseguir justicia”, lamentó su abogado defensor, José Luis Tamyo, en declaraciones a la prensa local venezolana.

Con esta decisión, la sentencia en su contra de 30 años de cárcel –la pena máxima que contempla la legislación venezolana– es “definitiva” y por lo tanto quedan “inhabilitados políticamente”, explicó Tamayo.

En consecuencia, los comisarios, que se consideran “presos políticos”, no podrán optar a una candidatura por la “Mesa de la Unidad” de la oposición, para las próximas elecciones de la Asamblea Nacional (Parlamento), que se celebran el próximo 26 de septiembre.

Los comisarios y agentes de la Policía Metropolitana de Caracas custodiaban el 11 de abril de 2002 una manifestación opositora que se enfrentó con simpatizantes del presidente Hugo Chávez cerca del palacio presidencial de Miraflores y que dejó un total de 17 muertos.

Luego de esa manifestación, los principales jerarcas militares retiraron su apoyo a Chávez y al día siguiente el líder empresarial Pedro Carmona se autojuramentó presidente de Venezuela.

Chávez regresó al poder el 13 de abril de 2002 gracias a un movimiento de militares leales que fue acompañado por manifestaciones de calle.

Los agentes policiales han permanecido detenidos durante los últimos siete años y los comisarios, desde hace cinco.