El gobierno boliviano anunció el levantamiento de un corte de rutas con el uso de unos 700 policías en la región agrícola de los Yungas, en el norte de La Paz, que ya lleva 12 días en demanda de la instalación en el lugar de una planta procesadora de cítricos.

El contingente policial tiene la misión de “habilitar el camino a la región”, informó el vicepresidente Alvaro García, en medio de denuncias de que los inconformes provocaron derrumbes con dinamita de la ruta que une La Paz con Caranavi, cabecera de ingreso a la Amazonia.

“Pedimos de manera responsable a dirigentes que encabezan el bloqueo a levantar la medida, a declarar cuarto intermedio (receso) y restablecer las negociaciones y el diálogo con el gobierno”, dijo en rueda de prensa García, que remplaza en el cargo al presidente Evo Morales, de viaje a la ONU.

Los efectivos usaron gases lacrimógenos para despejar el corte de rutas en el puente de río Cajones y a la altura de la comarca de Choro, según la red católica de emisoras Erbol.

La intervención provocó el desbande de los bloqueadores, mientras los dirigentes ingresaron en la clandestinidad, según el reporte.

García dijo que “el gobierno está dispuesto a oir sus planteamientos pero es imprescindible levantar el bloqueo”.

Los pobladores de Caranavi insisten en que el gobierno defina la instalación en ese poblado de una planta procesadora de cítricos y no en la ciudad vecina de Alto Beni, como plantea un influyente congresista oficialista apoyado por dirigentes regionales.