En la Villa Futuro de Chiguayante, el mayor enemigo de las personas que todavía viven en carpas fue el frío. Una situación que contrastó con quienes pasaron la noche en una mediagua, en momentos en que se comienzan a registrar los primeros problemas por la distribución de las viviendas de emergencia.

Tras las lluvias que inundaron las carpas de la Villa Futuro de Chiguayante, llegó el frío. Una noche que no dejó indiferentes a estas personas, muchas de las cuales siguen viviendo en estas condiciones y que aprovecharon el tibio sol de las últimas horas para secar lo que les faltaba.

En un recorrido por el sector, ya se advierte que varias de las improvisados hogares estaban desarmadas, porque hubo familias, ante el congelamiento de la noche, que decidió arriesgarse a dormir en sus departamentos, otros utilizaron todos los medios para evitar el frío.

Un grupo de pobladoras estaban descontentas, en medio de las heladas calles de la Villa Futuro. Dicen que la distribución de las viviendas está errada, porque les dieron las mediaguas más cercanas al río.

Esta fue también la primera noche que varios de los vecinos de la villa durmieron o se mantuvieron en las mediaguas que les entregaron. El cambio -dicen- es notorio y sobretodo, la tranquilidad con la que esperan la noche.

El personal del Ejército continúa levantando las viviendas.