El papa Benedicto XVI decidió nombrar a un delegado para controlar directamente a los Legionarios de Cristo, cuyo fundador, el mexicano Marcial Maciel, fue acusado de abusos sexuales, anunció el sábado la Santa Sede.

Benedicto XVI | Diario Día

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La Iglesia tiene “la firme voluntad de acompañar y ayudar” a la congregación “en el camino de la purificación que le espera” y Benedicto XVI “indicará próximamente las modalidades de ese acompañamiento, empezando por el nombramiento de un delegado”, indicó el Vaticano en un comunicado difundido el sábado.

La ayuda a la congregación “tendrá también un acercamiento sincero con aquellos que, dentro o en el exterior de la congregación, fueron víctimas de abusos sexuales y del sistema de poder instaurado” por el padre Maciel, dijo el Vaticano.

En el comunicado también se anuncia “una misión de estudio” de la “constitución” de la organización y el envío de un “Visitante” al brazo laico de los Legionarios de Cristo, el movimiento Regnum Christi.

Marcial Maciel tuvo un “comportamiento objetivamente inmoral”, dice el comunicado del Vaticano.

“Testimonios incontestables” confirman esos hechos muchas veces “verdaderos delitos” que “demuestran una vida sin escrúpulos ni auténtico sentimiento religioso”, agrega el comunicado.

Maciel, que hasta su muerte dirigió con mano de hierro a los Legionarios de Cristo, congregación fundada en 1941 en México, era padre de una niña, hija de una relación secreta, cuya existencia fue reconocida en 2009.

El religioso mexicano, fallecido a los 87 años en enero de 2008 en Estados Unidos, está acusado de abusos sexuales por algunos de sus presuntos hijos y ocho ex seminaristas.

El anuncio es consecutivo a las entrevistas que el Papa mantuvo el viernes y el sábado en el Vaticano con los cinco obispos que realizaron una misión de inspección en la congregación.

El nombre del delegado pontificio podría ser anunciado en “algunas semanas”, precisó a la prensa el portavoz del Vaticano, el padre Federico Lombardi, precisando que “el papa toma este asunto muy en serio”.

Para el Vaticano hay que “redefinir el carisma” de la congregación, “rever el ejercicio de la autoridad, que tiene que ir a la par de la verdad” y “preservar la fe entusiasta y el celo misionero de los jóvenes”.

El Vaticano destaca que “gran parte” de los miembros de la congregación no estaban al tanto de los daños causados por el fundador que “creó a su alrededor un mecanismo de defensa que hizo de él durante mucho tiempo alguien casi imposible de atacar”.

“El descubrimiento de la verdad provocó en ellos sorpresa, dolor, un profundo dolor”, agrega.

A finales de marzo la congregación pidió “perdón” por los actos “reprensibles” de su fundador. El 4 de marzo ya había pedido “perdón” a los presuntos hijos de su fundador que afirmaron haber sido víctimas de abusos sexuales de su parte.

En mayo del 2006, Benedicto XVI había obligado a Marcial Maciel a “renunciar a cualquier ministerio público” y a “a retirase en la oración y la penitencia”.

Se había descartado entonces “un jucio canónico” por la “edad avanzada” y el “precario estado de salud” del religioso.

La organización está presente en 22 países, particularmente en México y España, y reivindica 800 sacerdotes, 2.500 seminaristas y 70.000 miembros laicos. Además administra 12 universidades.