El arte paraguayo, poco conocido fuera de las fronteras del país sudamericano, será uno de los principales invitados del Festival del Imaginario, uno de los eventos culturales más importantes de Francia.

Con obras hechas por 23 artistas -incluyendo pinturas, tapices, fotografías, objetos de madera, filmes y cerámica- la exposición “Paraguay esquivo” propone una mirada al arte contemporáneo paraguayo, sin hacer distinciones entre lo moderno, lo popular y lo indígena.

“Cuando a la gente le dicen Paraguay, no sabe qué pensar”, indicó a la AFP la curadora de la muestra, Adriana Almada. “Es un país sin imagen, que no está en la ruta de nadie”.

La exposición, que abre sus puertas el miércoles en dos espacios culturales de París, “parte de esa dificultad de definir al Paraguay”, señaló Almada. “Escogimos obras que trabajan elementos o contenidos relacionados con la identidad paraguaya”.

La historia paraguaya es uno de los temas recurrentes en la muestra, con varias de las obras que abordan la dictadura de Alfredo Stroessner entre 1954 y 1989.

Fredi Casco reproduce una serie de fotos halladas en mercados de pulgas, que muestran recepciones y actos oficiales durante ese período. Al mirarlas de cerca saltan a la vista pequeños “retoques” hechos por el artista, que les dan un aspecto siniestro: personajes que se repiten en la misma foto, otros con máscaras de gas.

Las fotos del sacerdote jesuita José María Blanch, que documentan la vida cotidiana de las comunidades campesinas opuestas al regimen de Stroessner, salieron a la luz pública solamente en 2009.

Las guerras que han sacudido a Paraguay durante los últimos 150 años también aparecen en varias obras, ya que según Almada, “su huella aún permanece en la memoria nacional”.

En su obra Joaquín Sánchez imprimió sobre una tela enorme una foto tomada en el campo de batalla durante la Guerra del Chaco, que enfrentó a Paraguay y Bolivia entre 1932 y 1935. Luego entregó la tela a mujeres campesinas, que bordaron las figuras de los soldados en un tradicional encaje llamado ñandutí.

Las pinturas de Emmanuel Fretes Royg retoman los grabados que hacían los soldados en el frente durante la Guerra de la Triple Alianza, que enfrentó a Paraguay con Brasil, Argentina y Uruguay de 1865 a 1870.

La muestra también presenta la obra de artistas indígenas y populares, como los animales tallados en madera por los mbya-guaraníes o las esculturas de Ediltrudis Noguera, una ceramista campesina que ya ha expuesto en Chile y España.

“No hay que verlo como folclore ni exotismo”, indicó Almada, señalando los dibujos en tinta del guaraní Osvaldo Pitoé. “Es un artista contemporáneo que trabaja temas de su comunidad”.

La exposición, que se extenderá hasta el 18 de abril, incluye también la proyección de filmes como “Hamaca paraguaya” de Paz Encina, premiado en el Festival de Cannes de 2006.