Opiniones divergentes surgieron entre expertos calculistas y dirigentes ciudadanos tras la polémica por el colapso de varios edificios en Santiago y las regiones más afectadas, luego del terremoto que azotó al país.

El presidente de la Fundación Chile Ciudadano, Tomás Fabres, señaló que la causa del colapso de los edificios no es culpa de la normativa antisísmica de edificación vigente, sino de un problema netamente constructivo.

En tanto, el ingeniero calculista, Carlos Garate, manifestó su desacuerdo con las declaraciones anteriores, pues consideró que el país resistió el sismo de manera “notable”. Sin embargo, aprobó la idea de que exista un organismo que fiscalice la Ley de Construcción Antisísmica.

Garate señaló que si este terremoto hubiera ocurrido en otro país podría haber significado una fatalidad mucho mayor.