El canciller Mariano Fernández, desestimó el jueves la acusación de que el gobierno reaccionó con lentitud al terremoto y maremoto del sábado, afirmando que la magnitud de la tragedia hacía imposible actuar más rapido.

“Mayor rapidez es prácticamente imposible. Es muy difícil partir con ayuda que llegue inmediatamente a los lugares. Cuando se calme esto, la gente se dará cuenta que el esfuerzo fue muy importante (…) fue un terremoto bíblico”, dijo.

“Inmediatamente se dijo: este es un sismo de tal magnitud, que las hipótesis de trabajo era que esto era una cosa desastrosa, trágica, pero que inmediatamente no se puede saber”, agregó.

Respecto a que el gobierno habría rechazado en primera instancia la ayuda internacional, Fernández sostuvo que “no fue soberbia”.