El alcalde de Bogotá, Samuel Moreno, anunció este miércoles medidas para aminorar las consecuencias de una huelga de transporte público que afecta a la ciudad desde el lunes, y reiteró que no dará marcha atrás en su decisión de modernizar la movilidad en la capital.

Entre las medidas adoptadas, Moreno dijo que autorizó a los taxis para que presten servicio colectivo, y dispuso que un servicio férreo sea habilitado para transportar a la ciudadanía entre diferentes puntos del norte y sur de la capital.

Igualmente dio vía libre para que vehículos de transporte público de poblaciones aledañas o de servicio especial, puedan trabajar en Bogotá con una tarifa única de 1.300 pesos (0,67 de dólar) y anunció una mayor presencia policial para evitar desórdenes.

Moreno señaló también que las clases en los colegios públicos fueron suspendidas hasta el lunes, y que los establecimientos de enseñanza privada podrán adoptar las medidas que consideren convenientes.

El pronunciamiento del alcalde fue transmitido en directo por los canales de televisión y radioemisoras, pocas horas después de que se rompieran las negociaciones entre sus voceros y los representantes de la Asociación de Pequeños Transportadores (Apetrans) que organizó el paro.

Los choferes de unos 16.400 autobuses en Bogotá objetan un plan de modernización del transporte público para la capital colombiana, por considerar que disminuirá sus ingresos mensuales.

“No vamos a cesar en nuestro empeño hasta que regrese la normalidad y podamos seguir el rumbo del Sistema Integrado de Transporte público, que es una decisión totalmente irreversible, dijo finalmente Moreno, del izquierdista partido Polo Democrático Alternativo (PDA).