Investigadores federales inspeccionaban esta mañana una planta eléctrica en construcción en Connecticut (noreste) para determinar las causas de una explosión que se produjo el domingo y dejó al menos 5 muertos.

Al Santostefano, responsable de los bomberos de Middletown, la localidad donde se encuentra la usina eléctrica, indicó que las operaciones de rescate habían sido suspendidas en la madrugada por la peligrosidad del sitio.

Al menos 5 personas murieron y 12 resultaron heridas en la explosión de la central, que se produjo cuando los operarios purgaban las tuberías de gas que alimentan la usina, para quitarles el aire.

“Seguimos sin saber cuánta gente había ayer. Hay varios contratistas trabajando con personal en su mayoría local”, comentó Santostefano a la AFP.

Según el vocero, las operaciones de búsqueda se reanudarían en breve cuando las estructuras dañadas queden apuntaladas con vigas provisorias.

Por su parte, la Oficina de Seguridad Química (CSB) anunció en Washington que despachó el lunes un equipo de siete expertos a la planta Kleen Energy para investigar las causas del siniestro.

“El equipo de investigación examinará las actividades que se desarrollaban cuando se produjo el accidente”, dijo el jefe del equipo, Don Holmstrom.

La planta Kleen Energy, generadora de 620 megawatts, es la más importante de Nueva Inglaterra (noreste de Estados Unidos) y estaba en construcción cuando se produjo la explosión.

Las autoridades locales descartaron la posibilidad de un ataque terrorista.

Los rescatistas ayudados por perros entrenados revisaron hasta la madrugada el sitio de la planta construida en la ladera de una colina sobre el rio Connecticut.

La explosión se produjo al final de la mañana del domingo, sorprendiendo por su intensidad a la población local de los alrededores, que sin embargo sólo padeció el susto y daños materiales menores.

“Hubo como una gran bola de fuego que se elevó hacia el cielo y luego una espesa columna de humo”, relató a la AFP Scott Harmann, de 44 años, cuyo padre reside en una de las casas más cercanas a la usina, al otro lado del río.

Harman mostró a la prensa una de las ventanas de la casa destruida por la onda expansiva y dijo que en las residencias vecinas también sólo hubo daños materiales.

Otro testigo, Mike Woronoff, dijo que había oído un enorme “boom” desde donde se encontraba a unos tres kilómetros del lugar del siniestro

“Tengo amigos que viven a 40 kilómetros que me llamaron por teléfono porque habían oído la explosión. Luego se pudo ver el humo, que siguió como por durante hora y media, antes de detenerse cuando apagaron el incendio, dijo”.

La empresa Energy Investors Funds había adquirido recientemente el 80% de la usina Kleen, que debía comenzar a funcionar este año.