Los constantes parpados, muecas, crujir de nudillos o levantar las cejas, son capaces de poner nervioso a cualquiera. Éstos son los llamados tics que no son una mala costumbre, sino un acto compulsivo que probablemente ayuda a liberar tensiones. A menudo, este síntoma desaparece cuando se está distraído o en presencia de otra persona, lo que hace pensar que son voluntarios, sin embargo no es así.

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El neurólogo de Integramédica y del Hospital Militar, Carlos Flores, explicó que los tics tienen que ver con el control de los actos motores y que no se pueden controlar voluntariamente, pero sí se pueden evitar por algunos segundos o minutos. Asimismo, indicó que cuando un tic aparece por primera vez durante la juventud, tiende a persistir durante toda la vida.