Al menos 20 personas murieron y varias decenas más, fueron heridas este lunes en un atentado suicida con bomba perpetrado en medio de una procesión de musulmanes chiítas que celebraban el Ashura en Karachi, la gran ciudad del sur de Pakistán, según el último balance oficial.

La deflagración causó el caos en uno de los mayores bulevares de la capital financiera paquistaní, donde algunas personas encolerizadas lanzaron piedras y dispararon al aire, mientras las autoridades pedían calma.

“Fue un atentado suicida. El estaba caminando con la procesión y se hizo estallar”, declaró el ministro del Interior de Pakistán, Rehman Malik, a la televisión privada Dunya. Malik pidió a la comunidad chiita que suspendiera sus conmemoraciones.

“Este modelo muestra que fue una acción conjunta del Movimiento de los Talibanes Pakistaníes y de Lashkar-i-Jhangvi”, dijo Malik a Dunya, refiriéndose a dos de los grupos militantes islamistas más poderosos del país.

En tanto, el ministro provincial de Salud, Saghir Ahmed, “al menos 20 personas se convirtieron en mártires y más de 60 sufrieron heridas”.

“Hemos declarado una emergencia en todos los hospitales de Karachi y los médicos están haciendo enormes esfuerzos para salvar a los heridos. La situación es muy sombría”, afirmó.