El caso de los 133.000 euros ofrecidos a un funcionario del FMI, el español Alex Segura, como “regalo de despedida”, desató un escándalo en Senegal, donde los medios y la sociedad civil denuncian una “trivialización de la corrupción” por parte del presidente Abdulaye Wade.

Fuente: Agencia AFP | Imagen: Wikipedia

Abdoulaye Wade

“Wade, cajero automático del palacio”, tituló el viernes en primera plana el diario Le Quotidien.

A principios de la semana, el Fondo Monetario Internacional (FMI) explicó que uno de sus funcionarios había recibido de la presidencia senegalesa no menos de “100.000 euros y 50.000 dólares”.

El presidente Wade confirmó al FMI que había “organizado la entrega” de ese dinero, el 25 de septiembre, al funcionario, que terminaba su misión en el país.

El funcionario, el español Alex Segura, que criticó a menudo la gestión de los fondos públicos en Senegal, recibió como regalo, después de una cena con el presidente, una maleta, que resultó estar llena de billetes.

Wade, de 84 años, en el poder desde 2000 y decidido a representarse a la presidencial en 2012, no comentó el caso en declaraciones públicas, pero en un comunicado alegó “la costumbre”.

“Según nuestras tradiciones, cuando se va alguien que ha vivido mucho tiempo entre nosotros, se le hace un regalo, ya sea un objeto o una modesta suma de dinero para permitir que él mismo compre recuerdos para su familia”, argumentó Wade.

El presidente explicó que había omitido “precisar la suma” a entregar al visitante, “porque existía una práctica”, y que su edecán se “equivocó” de monto.

El edecán en cuestión, un coronel, “¿confundió los billetes de 500 euros con los de 50?”, planteó con ironía el diario Sud, mientras Le Quotidien acusaba al presidente de “trivializar la corrupción”.

Otros medios de información dieron la palabra a sociólogos que explicaron esa “tradición” y señalaron que viene muy bien para descargar culpas en ella.

En Dakar, se multiplican las voces que evocan los regalos de la presidencia a personalidades de todos los sectores.

“La presidencia convoca de noche a sindicalistas para darles sobres”, denunció en declaraciones a la AFP el secretario general de la federación de trabajadores de Senegal (FGTS), Sidya Ndiaye. “Subsidios y vehículos jeeps se entregan también para dividir al movimiento social”, dijo.

El coordinador del Foro Civil (rama senegalesa de Transparency International), Mouhamadou Mbodj, declaró a la AFP que el presidente se ha “descalificado” para “administrar los recursos públicos en un país donde la mayoría de las familias viven” en la pobreza.

“Cuando Wade evoque el buen gobierno, la gente sonreirá”, dijo.

Hace un mes, Wade fue cuestionado ya a raíz de la gestión de una agencia nacional dirigida por su hijo, Karim, y sumamente criticada en un libro de investigación.

El opositor Partido Socialista acusó al presidente de haber instaurado “un sistema hecho de nepotismo y de clientelismo”.