El presidente Mahmud Ahmadinejad estimó el jueves que las relaciones entre Irán y Occidente pasaron de la “confrontación a la cooperación” nuclear y se declaró dispuesto a un intercambio de combustible, cuando su país se disponía a dar a la AIEA su respuesta a un “proyecto de acuerdo” sobre ese tema.

Fuente: Agencia AFP

Según anunció la televisión iraní en lengua árabe Al-Alam, Irán dio el jueves su respuesta a la AIEA a la propuesta internacional para el suministro de combustible a Teherán en el marco de su programa nuclear civil.

“Irán entregó su respuesta al proyecto de acuerdo a la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) a propósito del combustible nuclear”, informó el canal de televisión Al-Alam, citando a una fuente informada aunque sin precisar el contenido de la respuesta.

La AIEA no había confirmado esta información.

Horas antes, el presidente Ahmadinejad pronunció un discurso conciliador en el que bajaba el nivel de la tensión entre su país y las potencias occidentales.

“Antes pedían parar (el programa nuclear iraní), hoy aceptan el intercambio de combustible, la participación para la construcción de reactores y de centrales nucleares. Pasaron de la política de confrontación a la cooperación”, declaró Ahmadinejad en Machhad (noroeste).

El representante de Irán ante la AIEA, Ali Asghar Soltanieh, era el encargado de entregar este jueves al director del organismo de la ONU, Mohamed ElBaradei, la respuesta oficial de Irán al proyecto de acuerdo anunciado el 21 de octubre en Viena después de dos días y medio de negociaciones con Rusia, Estados Unidos y Francia.

“Recibimos favorablemente el intercambio de combustible, la cooperación nuclear, la construcción de reactores y de centrales nucleares. Estamos dispuestos a la cooperación”, prosiguió el presidente iraní, agregando que las “condiciones están reunidas” para dicha cooperación.

“Estrecharemos toda mano tendida con honradez, pero si viene acompañada de complot y mentira, daremos la misma respuesta que dimos (al ex presidente estadounidense George W.) Bush y a sus cómplices”, declaró.

También destacó la determinación de Irán de proseguir su programa nuclear civil, agregando que se trataba de su “derecho absoluto” y que su país “no cambiaría ni un ápice” al respecto.

Según diplomáticos occidentales, el “proyecto de acuerdo” establece que Irán entregue de aquí a fines de 2009, 1.200 de sus 1.500 kilos de uranio débilmente enriquecido a menos de 5% –a pesar de la oposición del Consejo de Seguridad de la ONU– para hacerlo enriquecer a 19,75% por Rusia.

Francia debe elaborar luego “corazones nucleares” para el reactor de investigación de Teherán, que opera bajo control de la AIEA.

Pero varios responsables iraníes se opusieron a la idea de enviar semejante cantidad de uranio débilmente enriquecido al extranjero.

Irán propondría a la AIEA dos posibilidades para la entrega de uranio enriquecido, según informó el jueves el cotidiano conservador Javan.

La primera enmienda establece “entregar uranio enriquecido a 3,5% progresivamente” al extranjero para obtener en contrapartida el combustible a 20% necesario para el reactor de investigación de Teherán, según Javan.

La segunda enmienda propone intercambiar “al mismo tiempo” una cantidad precisa de uranio débilmente enriquecido y el combustible necesario para el reactor de Teherán.

En esta última hipótesis, la cantidad de uranio enriquecido a 3,5% que será entregada será establecida “sobre la base de los cálculos técnicos de la AIEA” para producir el volumen de combustible necesario, según el diario.

Diferentes responsables y periódicos iraníes afirmaron en los últimos días que el reactor de Teherán necesitaba sólo unos 30 kilos de combustible para funcionar en los próximos 15 años.

Según las mismas fuentes, para producir este volumen de combustible se necesitan sólo algunos cientos de kilos de uranio débilmente enriquecido.

Un acuerdo entre Irán y las potencias nucleares es considerado como crucial para calmar las tensiones en torno al programa nuclear iraní, puramente civil según el régimen de Teherán, pero que según los occidentales apunta a la fabricación de una bomba atómica