Pelé fue la gran estrella este miércoles en Copenhague, cuando la candidatura de Río de Janeiro a organizar los Juegos Olímpicos de 2016 defendió, 2 días antes de la votación, la ocasión histórica que representa este momento para celebrar los primeros Juegos sudamericanos.

Fuente: Agencia AFP

El legendario futbolista,3 veces campeón del mundo y para muchos el mejor de todos los tiempos, estaba flanqueado por ases del deporte brasileño como el nadador César Cielo, campeón mundial de 50 y 100 metros y olímpico de 50, emocionado por la posibilidad de disputar unos Juegos Olímpicos en casa.

“Supongo que la gente me recuerda en Pekín llorando en el podio”, dijo Cielo, que en 2008 ganó además la medalla de bronce en 100 metros.

“Los Juegos Olímpicos cambiaron mi vida y estoy seguro de que sería algo increíble para Brasil y para Sudamérica. Sería un sueño ganar en los Juegos Olímpicos en mi país”, añadió el deportista de 22 años, que hizo historia al convertirse en el primer medallista de oro olímpico brasileño.

Pero antes Río tendrá que imponerse en la votación de los miembros del Comité Olímpico Internacional (COI) frente a Madrid, Tokio y Chicago, que en los últimos días ha subido en los sondeos gracias al anuncio de que el presidente estadounidense, Barack Obama, estará en Copenhague el viernes.

“Respetamos a todos los candidatos pero América del Sur nunca tuvo unos Juegos Olímpicos y yo creo que es su gran momento. Además, económicamente Brasil está en un momento muy bueno y cuenta con todo el apoyo del presidente Lula”, declaró Pelé.

Horas más tarde se esperaba la llegada a Dinamarca del presidente brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva, que ha hecho una prioridad de la candidatura de Río, haciendo campaña en todo el mundo.

“Norteamérica ya tuvo Juegos Olímpicos muchas veces, Sudamérica ninguna. Este es el gran momento de llevar los Juegos a Sudamérica, a Río”, recalcó Pelé, según el cual Río gana por “2 a 0″ porque Chicago tiene a Obama pero la candidatura brasileña les tiene a Lula y a él.

Río defiende la credibilidad de su candidatura, avalada por el éxito de los Juegos Panamericanos de 2007 y las infraestructuras que tendrá listas gracias al Mundial-2014 de fútbol, pero se enfrenta a las dudas que plantea el alto índice de criminalidad de la ciudad y sus favelas.